La (verdadera) esencia del fútbol

¿Cuál es la verdadera esencia del fútbol? ¿Qué es lo que hace que el fútbol derive en pasión? No creo que haya una respuesta a la pregunta, al menos una única respuesta. Es un tema opinable, que discutí varias veces con amigos. Muchos de ellos me dicen que, en su opinión, la esencia del fútbol está en una jugada, en un instante, que logre levantarte de tu asiento y te ponga los pelos de punta. Pero yo creo que hay gente que muere por su equipo sin saber realmente valorar una buena jugada por el hecho de que en su vida ha jugado al fútbol. Y no son pocos. Otros amigos míos consideran que la esencia del fútbol es un gol que te haga romper la voz. Por ahí puedo estar más de acuerdo (no del todo) porque el gol es la expresión máxima de este deporte. En fin, hay opiniones diversas. La mía es bastante diferente. Para mí la esencia del fútbol es otra cosa.

Recuerdo un Deportivo-Celta de Vigo (partido de máxima rivalidad en Galicia, para los profanos) de hace algunos años, cuando el Celta jugaba en Primera División, ahora lo hace en Segunda. En aquel extraordinario (de infrecuente) y excepcional (de excepción) partido, el Celta venció al Deportivo en A Coruña por 0 goles a 2. Hasta la ciudad coruñesa se desplazaron unos mil seguidores vigueses, que en los últimos minutos del partido cantaban por todo lo alto su hazaña, imponiéndose con sus voces, desde su esquina de la grada, al resto de una abatida afición local. Cuando el árbitro pitó el final, desplegaron sus bufandas y cantaron para festejar la victoria. Cantaron todo lo que su sentimiento por el equipo les permitió: unos cinco minutos, tal vez seis. Transcurrido ese tiempo, sus viguesas voces comenzaron a hacerse más débiles. Fue entonces cuando notaron cómo su endeble cántico empezaba a ser interferido, a diluirse inevitablemente bajo otro sonido que aumentaba sin piedad e invadía lenta pero inexorablemente su trozo de grada. Sí, en efecto, eran aquellos malditos coruñeses que seis minutos después seguían ahí de pie, en el otro lado del estadio, cantando como locos sin nada mejor que hacer. Tal vez no llegaran ni a mil, pero se les oía como a demonios. Enseguida los cánticos de aficionados del Celta desaparecieron por completo y los deportivistas se adueñaron del estadio. Era un cántico continuo, imparable, que se prolongó incansable más de media hora hasta que los mil vigueses, en silencio, salieron del estadio con 0-2 en el marcador y la incomprensible sensación de haber perdido.

Ayer un amigo me invitó al Bernabéu, estadio del Real Madrid. Jugaba contra el Sporting de Gijón, en quien confiaba para que me diese una alegría tras un duro día de trabajo. El Sporting perdió 7-1. Ya con este resultado en el marcador, y a falta de veinte minutos para el final, todavía pude oir protestas de los aficionados madridistas que me rodeaban contra su propio equipo. Insultos a sus jugadores cuando erraban, quejas tras un pase fallado, indignaciones por no terminar una jugada… con 7-1 en el marcador. Mientras, en el otro lado del campo, unos 3.000 tipos con camisetas rojas y blancas se desgañitaban gritando ‘Sporting, Sporting’, haciéndose escuchar por todo el estadio, que suele estar en silencio. Gritaban con 7-1 en el marcador. Sus cánticos continuaron cuando ya salíamos del estadio. Ellos seguían allá arriba, en su grada, berreando sin parar. Un señor sonriente los miró y dijo: “deben estar contentos porque, por una vez, han visto buen fútbol”. Y se rió. “Este señor”, pensé yo, “no tiene ni idea de lo que está diciendo. En realidad, no sabe lo que es el fútbol”. Y en esos pensamientos sobre la esencia del fútbol estaba yo cuando vi a mi amigo (madridista hasta la médula) mirar el marcador con el 7-1, después mirar la grada con los sportinguistas, girarse y decirme: “Qué grande el Sporting”.

La esencia del fútbol. En mi opinión.

La (verdadera) esencia del fútbol

7 comentarios en “La (verdadera) esencia del fútbol

  1. La esencia del fútbol es eso, querido amigo, estoy de acuerdo contigo en mucho de lo que argumentas, pero hay muchos puntos de vista, muchos ángulos que también creo que es importante valorar. El Real Madrid es mi equipo como bien sabes. Es el equipo que desde pequeño me ha hecho sentir ese nerviosismo interno, ese cosquilleo antes de jugar un partido. Es el equipo que escuchaba cada domingo en una triste radio que perdía la sintonía cada pocos minutos, es el equipo que me ha brindado momentos únicos, que guardo ya para siempre. El Deportivo es el equipo que llevas en tu corazón, pero el Deportivo para ti es Coruña, es un todo que a su vez siempre ha estado catalogado como ‘equipo humilde’. (Excepto unos extraordinarios años de gloria atrás). Se pueden explicar muchas cosas así. Un equipo acostumbrado a ganar, es como un tipo acostumbrado a conquistar mujeres a diario. La situación pierde algo de emoción. Es por eso, por lo que yo nunca he disfrutado tanto con un equipo como cuando el Real Madrid ganó la séptima copa de Europa, algo totalmente nuevo para mí, algo inalcanzable durante muchísimos años. Cuando llega, se saborea mucho mucho, mucho más. Los sportinguistas que ayer se agrupaban en la esquina superior del Bernabéu no dejaron de animar a un equipo al que llevaban muchos años sin ver en Primera. Un equipo que vuelve a estar entre los más grandes, que vuelve a estar donde debe. Ahora valoran todo eso mucho más, por encima de la paliza que se llevan de vuelta. La costumbre apaga un poco los sentimientos, pero la esencia, aunque algo más dormida, habita igual en un madridista como yo, que en un deportivista como tú, no lo dudes. Sólo te formulo una pregunta final que espero que contestes con sinceridad. Si el Depor llevase diez años seguidos ganando la Liga, hubiera ganado cuatro Champions en cinco años, y cuatro copas del rey (no segregues que es un ejemplo), crees que la primera, la segunda liga o la primera champions la hubieras celebrado igual que la décima liga o la cuarta champions?.Y dicho esto, asumo también que gran parte de la afición del madrid dista mucho de ser la ideal, no puedo ni negarlo ni entender cómo olvidan o insultan a tíos que lo han dado todo por el equipo, en cuanto bajan un poco el rendimiento. Pero respeta a esa minoría en la que me incluyo, como yo respeto a tu puta mierda de equipo!! 🙂

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  2. No doy crédito dijo:

    Modo ironía ONAnónimo, a la mayoría de las mujeres no nos afecta nada de lo escrito porque, como nuevas e inexpertas en este mundo de hombres, sólo vamos al campo a gritar, a insultar al árbitro, a desfogarnos y a soltar adrenalina.Mientras, los hombres se dedican a filosofar sobre la esencia del fútbol. Algo que, como neófitas que somos, no está a nuestro alcance…Ya ves. El mundo al revés. Manda carallo…

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  3. Anónimo dijo:

    Ese chico, Alfonso, ha definido mucho mejor la esencia del fútbol que el autor del blog. En mi opinión, la esencia del fútbol, calquier esencia en general, es diferente dependiendo de la persona y sus condicionantes. En este caso, no puede ser igual para un equipo como el Deportivo y otro como el Real Madrid. Además, ha dado en el clavo cuando ha señalado una máxima en la vida como importante: Queremos, y por tanto disfrutamos más, aquello que no tenemos. Eso explica que para un aficionado del Real Madrid lo máximo fuera ganar la séptima, para uno del Depor la Liga y para uno del Sporting volver a primera y jugar en el Bernabéu. En definitiva, la esencia del fútbol es diferente para cada uno, aunque tiene algo en común, la pasión. Vivir el fútbol con pasión, llorar si gana tu equipo y hacerlo agriamente si pierde, saltar, cantar, insultar, ir a los instintos y alejarse de la razón… eso es en esencia el fútbol. Un amigo americano me dijo una vez que ellos no pueden entender un deporte en el que el resultado pueda ser 0-0 y la gente disfrute y sufra de lo lindo. Evidentemente ellos no entienden la esencia del fútbol. En mi opinión no tiene que ver con los goles, sí como he dicho antes con la pasión.P.D. Cada vez que entro en este blog, lo entiendo menos. Tan pronto se abre una conversación filosófica sobre el mejor sistema económico como escribes sobre fútbol. Me gustaría que aclararas la temática porque esto es un carajal. El Jabalí de Tora Bora

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  4. Grande Nacho, grande! Por cierto, el Sporting visita esta semana Coruña y yo, que guardo en mi corazón un trocito para este equipo ejemplar desde hace años, compartiré la verdadera esencia del fútbol con sus aficionados. Puxa Sporting… e FORZA DÉPOR!

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